Desde su apertura en el año 2014, destacan las sesiones de inglés que se imparten al caer la tarde y que según Augusto Piñón, gozan de una gran acogida porque «hay mucha gente que, o bien trabaja, o bien quiere disfrutar de la playa», aunque añade que para la mayoría de los alumnos "es una clase más afterwork que afterbeach" Este peculiar horario no permite unas sesiones tan intensivas como las de los cursos matinales y «aunque muchas veces hemos pensado en dejar de darlas, lo cierto es que no lo hemos hecho porque cada verano viene más gente a preguntarnos por ellas».